Sleeping Dogs (29/08/2012)

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En la anterior generación True Crime: streets of LA trajo algo de aire fresco al sandbox al poner énfasis en la acción y la conducción. Lista para saltar a las nuevas consolas True Crime: Hong Kong fue cancelado y amenazó con caer en el olvido pero Square Enix decidió resucitar el proyecto. Ahora esos años de esfuerzo y promesas han dado su fruto y sólo queda ver si el resultado está a la altura.

Esta es la historia de WeiShen un policía que viaja a Hong Kong para infiltrarse en la mafia de los SunOnYee y acabar desde dentro con la organización. La trama seintroduce magistralmente in media res prometiendo ofrecer un intenso thriller al estilo hard-boiled pero dejando el resultado a medias.

Así en un momento muestra sus verdaderos colores con intensa historia de traición protagonizada por un hombre que se debate entre sus lealtades y un segundo después se echa atrás para convertirse en GTA Hong Kong.

La trama padece el problema de no conocer su tono y sucumbir ante el gran referente del género y la ridiculez de protagonizar una persecución con un autobús lleno de pasajeros por competir con otra cadena robar una orquídea de un templo shaolína base de soltar clichés pseudo filosóficoso llevar a una estrella de la música al karaoke y acabar la noche a golpes se contrasta con la amargura de un violento secuestro o la venganza a sangre fría de un personaje que lo ha perdido todo.

Sleeping Dogs brilla con más fuerza cuando recuerda que una vez fue True Crime aunque por desgracia ha perdido la posibilidad de escoger el destino de Wei que sólo conocerá un final. Aunque en ocasiones se hace típico el argumento logra ser atractivo y aunque abandona el realismo a favor de la espectacularidad y fuerza demasiado su intención de parecer maduro con la violencia logra ser entretenido.

Y es que si Sleeping Dogs busca algo es entretener. Como todo buen sandbox Sleeping Dogs lleva la variedad por bandera y muestra la herencia de True Crime al llevar a su propio género cada uno de sus sistemas. En lugar de integrarlo todo en su mundo Sleeping Dogs logra ser tres juegos en uno. La conducción de una base muy arcade recuerda a juegos como Just Cause The Wheeler o los juegos de carreras de recreativa con un sistema más basado en los derrapes que en las físicas.

Los tiroteos abandonan la influencia que ejerció Matrix en True Crime y remiten a la clásica fórmula de cámara al hombro y coberturas que Gears of War implantó hace ya seis años pero integran el tiempo bala y un sistema de parkour heredero del Assassin’sCreed que les dan el dinamismo de juegos como Stranglehold. Por último el sistema de combate es fluido y logra mantenerse siempre atractivo. En Sleeping Dogs las armas y los tiroteos son una rareza reservada a los momentos límite.

Las peleas cuerpo a cuerpo beben de Prince of Persia Assassin’s Creed y la saga de Arkham centrando mucho su sistema en el ritmo al encajar golpes y contraataques. Sin embargo el juego va un paso más allá e introduce un sistema de combos y agarres que permiten a Wei estar en constante movimiento exhibiendo su destreza. Al igual que DevilMayCry el juego recompensa a los jugadores por luchar con estilo y la fluidez de los controles y las animaciones permiten un sistema desafiante pero nunca desesperante. La satisfacción que causa el combinar agarres lanzamientos ataques y contraataques es pura y única haciendo del cuerpo a cuerpo el núcleo jugable y la mayor fuerza de Sleeping Dogs.

Esto se expande con un sistema de niveles y habilidades heredero de True Crime que permiten a Wei mejorar conforme encuentra estatuas de jade o gana experiencia como policía o criminal. Esta dimensión rolera también se lleva a las vestimentas que pueden mejorar las habilidades o dar más experiencia y a los artículos que se pueden comprar que permiten a Wei regenerar su salud o hacer más daño. Como sandbox que es Sleeping Dogs siempre ofrece algo que hacer y desde favores a transeúntes a redadas policiales o carreras nunca hay tiempos muertos.

Además muchas veces las misiones se ven acompañadas de minijuegos como hackear un ordenador abrir una cerradura o localizar una llamada todos ellos muy breves y originales. Wei también tiene la opción de salir con chicas que conozca a lo largo de la historia pero al contrario que en GTA 4 estos son rollos de una noche cada uno con su actividad y bonificación específica.

A nivel visual Sleeping Dogs causa sentimientos encontrados. La recreación de Hong Kong se toma sus licencias para evitar tener al jugador conduciendo constantemente y el vacío de sus calles lo compensan unas animaciones muy variadas que transmiten la sensación de una ciudad viva.

Esto se complementa con una iluminación que no pasa del decente un diseño visual que se esfuerza demasiado en transmitir el espíritu hard-boiled o unas expresiones faciales que tropiezan en el valle inquietante más de una vez. Donde el juego gana puntos es en sus animaciones increíblemente logradas y muy fluidas y los modelados que muestran daños en tiempo real y detalles como la humedad. Sin embargo la auténtica pena son sus cinemáticas con voces en inglés y realizadas con el motor del juego. Esto desaprovecha un lenguaje cinematográfico que se nos promete y nunca se entrega totalmente estando más cerca de la visión de GTA que de la que otorgan las secuencias prerrenderizadas de Alan Wake oHalo 3.

Sleeping Dogs es una curiosa revisión de lo que una vez fue True Crime a caballo entre la narrativa lineal de Mafia II y la libertad anárquica de GTA. Obsesionado por ser perfecto en cada género y bebiendo de los grandes este es un juego que entretiene con su combinación de géneros pero que se queda a medio camino con su trama desacompasada.

Quizá el futuro nos de una secuela que logre solidificar lo que aquí se ha empezado y alcance la perfección que tanto busca pero hasta entonces esta es una obra recomendable para todos aquellos que quieran disfrutar de un sandbox con un toque personal.
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Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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