Cómo recuperar los datos de los discos o memorias Flash dañados
Kroll Ontrack es una compañía multinacional que facilita la recuperación de datos en diferentes soportes, ya sean discos duros, chips de memoria Flash o incluso entornos Cloud.
Alfonso Casas, @acasasIDG
Para los que no la conozcan, Kroll Ontrack es una compañía multinacional que facilita la recuperación de datos en diferentes soportes, ya sean discos duros, chips de memoria Flash o incluso entornos Cloud. Se han adaptado a los nuevos tiempos, de manera que cada año realizan una media de 50.000 recuperaciones. La inversión en I+D, así como la amplia experiencia en el mercado, con más de 25 años a sus espaldas, les permite contar en la actualidad con las herramientas de recuperación más avanzadas para la recuperación en cualquier medio físico o virtual, y no solo en cintas de almacenamiento, discos duros o memorias, como puedan pensar la mayoría, sino también en la nueva oleada de dispositivos móviles como tabletas y Smartphone, y en servidores y máquinas virtuales.
Las soluciones que ofrece Kroll Ontrack incluyen servicios con los ingenieros especialistas en laboratorio, contemplando la posibilidad de ofrecer la recuperación en remoto o desplazándose al lugar en cuestión. Además, disponen de software avanzado para poder recuperar la información a primera instancia por parte del usuario afectado. Tanto las grandes empresas y organizaciones, como los usuarios particulares, son clientes potenciales a los que ofrece el servicio de recuperación. De igual forma, disponen de software de gestión avanzado para buscar y restaurar datos en servidores Microsoft Exchange y SharePoint para recuperar bases de datos corruptas.
Los ingenieros disponen de Cámaras limpias en los que llevan a cabo la manipulación de forma segura de los discos y dispositivos. Gracias a las estaciones de diagnóstico, es posible averiguar el estado de cada uno para planificar la recuperación de la información. Con el fin de ofrecer el mejor servicio, la compañía tiene acceso a infinidad de piezas de repuesto de las diferentes modalidades de discos duros para poder reponer cualquier pieza de repuesto.
Una visita reciente a sus oficinas nos ha permitido conocer de primera mano las instalaciones que tienen en Madrid, con un par de salas limpias. Disponen de banco de diagnóstico, tanto electrónico como de superficies, que permite adivinar el estado del dispositivo a tratar mediante instrumental avanzado. Se valen de cierto instrumental como osciloscopio y microscopio para poder emitir un diagnóstico. También cuentan con un desmagnetizador que permite borrar los datos de forma segura e impedir que terceras personas puedan acceder con posterioridad a los contenidos, para todos aquellos soportes estropeados que deben ser destruidos.
La recuperación de un disco duro dañado, de media, suele llevar en torno a 4 días de trabajo. El panorama actual existente de tres fabricantes de discos duros y décadas de estandarización hace posible que la recuperación tenga un porcentaje elevado de éxito. Sin embargo, en el caso de las memorias flash empleadas por teléfonos, tabletas y muchos portátiles actuales, complica los procesos y tiempos de recuperación. Existen centenares de fabricantes de estas memorias con productos sin homologar. Cada uno tiene su propio algoritmo y los datos se guardan de forma distinta en cada chip. Además, los tiempos se reducen o incrementan en función de que se tenga acceso o no a la controladora de las memorias.
La compañía se ha adaptado a las nuevas necesidades de usuarios y empresas de manera que cuentan con herramientas específicas para cada situación. Las cámaras limpias permiten la recuperación en sus oficinas. Por su parte, disponen también del sistema RDR patentado (recuperaciones en data center realizadas remotamente) que garantiza accesos y recuperaciones en remoto para entornos Cloud o sistemas virtuales, así como la asistencia in situ con servicio de 24 horas.
Nicholas Green, director general de Kroll Ontrack Iberia nos cuenta como las necesidades de recuperación de las empresas están cambiando, pasando a un modelo de sistemas virtuales en los que el factor humano es el culpable de las pérdidas en un 65 % de los casos, frente al porcentaje del 26 % que tenían en los sistemas tradicionales. Es muy fácil borrar imágenes de discos o errar en los procesos de migración de máquinas virtuales. Además, se añade otra barrera a superar en los entorno Cloud, como es el poder tener acceso físico y remoto a los volúmenes de discos compartidos en los Data Center, algo a lo que muchos proveedores de almacenamiento se niegan por políticas de privacidad. A todos estos factores se enfrenta diariamente la compañía que sigue garantizando confidencialidad en la identidad del cliente, con el cifrado de los datos recuperados.