Yaiba Ninja Gaiden Z - Entrevista

Desde sus primeras entregas Ninja Gaiden ha sido conocida como la saga de ninjas definitiva. Respecto a por qué Yaiba y Ninja Gaiden son una misma entidad, en ningún punto del desarrollo se han entendido a ambos juegos como algo independiente.

No se quiere hacer una IP nueva separada de Ninja Gaiden, porque no queremos tener dos títulos con ninjas distintos. Esa es una de las principales razones por las que quisimos mantener aNinja Gaiden en esta nueva historia que estamos haciendo, en esta nueva dirección que tomamos. El personaje de Yaiba en el juego tiene una personalidad y unas características totalmente opuestas a las de Ryu Hayabusa, protagonista de Ninja Gaiden. El personaje tiene una aproximación muy distinta a cómo ser un ninja, cómo piensa, cómo se enfrenta al mundo, cómo reacciona. Tener a los dos personajes juntos en el juego era importante para llevar a la franquicia en esta nueva dirección.

Cuando hablamos de una tendencia en la industria, tenemos que asegurarnos de no saltar fácilmente y de que esa tendencia de verdad sea la auténtica, y no una pasajera. Evidentemente, al hablar de tendencias tenemos tendencias mayores y menores. En nuestro caso puede ser algo japonés: antes, en los 80, había mucha pasión por la acción, y por eso quisimos ambientarlo con un toque de los 80, quizá de los 90. Estuvimos consultando para ver si esto seguía una tendencia, si la gente estaba interesada en jugar este juego, en tener algo basado en la jugabilidad sin tener que invertir en trama o tener que leer nada. Ahora los indies están ocupándose de eso, en cierto sentido, y traen contenido original. En lo que se refiere a unirse a una tendencia, lo que quiero es volver a la acción de los 80 y los 90, traerla a la generación actual y adaptarla a un nuevo formato.

Creemos que cada lugar tiene un punto fuerte. A los japoneses se nos da bien el anime y en Occidente se os da bien hacer zombies, por ejemplo. Hay que saber cuáles son las especialidades de cada región para establecer un punto de partida y a partir de ahí proceder. Hay que entender cuáles son nuestras virtudes y aquello que nos hace únicos, y tenemos que respetar el hecho de qué no podemos hacer que puedan hacer otros. Se tiene que mantener una relación lo mejor posible entre los grupos y que todos rindan al máximo. Sobre todo, hay que asegurarse de respetarse los unos a los otros en términos de qué podemos hacer y qué deberíamos hacer, y cuáles son nuestros puntos fuertes y cómo nos involucramos en el proyecto.